La adolescencia es una etapa de la vida marcada por importantes cambios emocionales, sociales y fisiológicos. La alimentación cobra una especial importancia debido a que los requerimientos nutricionales, para hacer frente a estos cambios, son muy elevados y es necesario asegurar un adecuado aporte de energía y nutrientes para evitar situaciones carenciales.
La alimentación durante la adolescencia debe cubrir todos los requerimientos nutricionales, incluyendo en la dieta alimentos que garanticen la suficiente energía y nutrientes. Es importante también conocer aquellas situaciones o patologías (celiaquía, diabetes, intolerancia a la lactosa, etc.) que pueden afectar a los adolescentes y en las que se debe llevar a cabo alguna modificación de la dieta.
La adolescencia es una etapa de intenso crecimiento tanto en la talla como en el peso. Se producen cambios en la composición corporal con diferencias según el sexo, los chicos aumentan en masa muscular y hueso mientras que las chicas aumentan en tejido graso. Estos cambios son importantes a la hora de pautar los requerimientos dietéticos puesto que el tejido muscular consume más energía que el tejido graso.
Durante este periodo es importante vigilar la conducta alimentaria ya que puede haber tendencia a una ingesta poco adecuada de picoteo y de consumo de alimentos tipo snack o de comida rápida de alto contenido calórico.
Son frecuentes ingestas desequilibradas y muy desordenadas donde se saltan comidas importantes como el desayuno y se dejan de consumir alimentos necesarios como los hidratos de carbono (pasta, arroz, patata, pan…) por el miedo a engordar.
Se empiezan hacer dietas sin control profesional que obtienen por Internet lo que puede derivar a patologías como la anorexia y la bulimia con una repercusión posterior en la edad adulta.
En esta época se comienza el consumo de alcohol y tabaco.
Los adolescentes son una población vulnerable que puede ser fácilmente convencida por la publicidad, lo que hace que fácilmente abandonen el consumo de alimentos básicos para alimentarse de otros alimentos que, a través de la publicidad, pueden resultarles mucho más atractivos (alimentos lights, etc.).
Durante esta etapa de la vida es cundo se debería que hacer mas hincapié en la educación nutricional, ya que es cuando va establecer los hábitos que le perduraran en la edad adulta. El hecho de tener una buena alimentación durante la infancia y la adolescencia es de gran importancia para evitar posibles patologías en la edad adulta.
Es muy difícil establecer unas recomendaciones standard para los adolescentes debido a las peculiaridades individuales que presenta este grupo de población. Las más recientes recomendaciones dietéticas (RDA), respecto de energía y proteínas, de la Food and Nutrition Board of the National Research Council (1989) para adolescentes se han establecido en función del peso, edad y sexo y son las que más se utilizan y mejor orientan.
Con respecto a los hidratos de carbono y proteínas las recomendaciones son las mismas que para un adulto sano. Se deben mantener las raciones de una dieta sana y equilibrada. Se recomienda que, al menos, el 50% de la energía total de la dieta proceda de hidratos de carbono y de un15 a un 20% de las proteínas.
En cuanto a grasas, deben representar el 30-35% del total de calorías de la dieta con la relación ácidos grasos saturados / monoinsaturados / poliinsaturados adecuada. El aporte correcto de grasas supone cubrir también las necesidades en ácidos grasos esenciales y en vitaminas liposolubles (A, E, D).
En cuanto el resto de vitaminas (acido fólico, tiamina, B12, B6, Riboflavina, Niacina…) tan importantes para la formación de proteínas, el crecimiento y el desarrollo, se obtiene principalmente de frutas y verduras, así que no hay que olvidar este grupo de alimentos.
Los minerales los de mayor importancia durante la adolescencia es el calcio, el hierro y el zinc, ya que cada uno de ellos se relaciona con un aspecto concreto del crecimiento: el calcio con el crecimiento de la masa ósea, el hierro con el desarrollo de los glóbulos rojos y del tejido muscular y el zinc con el desarrollo de la masa ósea y muscular. También está relacionado con crecimiento del cabello y uñas.
Como en cualquier otra etapa de la vida beber suficiente agua y moderar el consumo de bebidas azucaradas. Es importante no olvidar que el consumo de alcohol empieza en esta etapa, así que es básico educarles sobre sus efectos nocivos durante este periodo.
En la adolescencia también hay chicas y chicos que padecen de intolerancias alimentarias así que las recomendaciones nutricionales en estos casos se realizaran de forma individualizada intentando mantener al máximo los porcentajes en hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua.
